En griego Hybris (latin superbia, misma raiz indoeuropea) designa la actitud de quien se cree superior a todos y por tanto no enseña, sino dicta modos de comportarse. Los llamados sabios de la antigua Grecia diagnosticaron esta actitud como la más peligrosa para la persona y para el espacio social en que dominaba un individuo con semejante desprecio a la sophia verdadera, actitud unida a conducta prepotente que fianalmente lleva a la destrucción total. Ejemplo moderno más trágico es el de Hybris no sólo de Hitler sino de todos sus fieles asesinos de masas.
En este año 2025, Trump y el grupo de billonarios del Silicon Valley, con su dominio totalitario del nuevo espacio digital, inician una y otra nueva ofensiva digital orientadas a dominar, hay miles de millones con su móvil en su nueva iglesia virtual de creyentes digitalizados, incluso el modo de acceso a la información.
Google ha anunciado ya, y parcialmente lo ha introducido, un nuevo modo de búsqueda en internet. En lugar de ofertar largas listas de sitios web, su AI elabora un informe donde la central Google ahorra al sujeto en busca de información ofreciéndole SU selección.
No entraré en el problema de que tal oferta, hecha desde una base de poder inimaginablemente superior a la de los expertos individuales, en realidad implica sustituir la libertad de mercado por el monopolio del que tiene mayor fuerza.
Más grave es aún la consecuencia lógica de que como Google domina facticamente más del 90% del internet, en adelante los individuos en busca de fuentes de cualquier tipo de conocimiento sólo podrán elaborar sus propios textos u otras creaciones en el espacio digital dentro de ese nuevo espacio cerrado con dogmas más fuertes que los de una religión fundamentalista.
El movimiento Ilustrado que desarrolló en su crítica racional los primeros intentos de liberación mental, quizá en el modo más consecuente, en la obra del judío Baruch Spinoza, condujo luego en el siglo XVIII, Rousseau, Voltaire, Kant etc. a la Ilustración donde se abrió el espacio del pensar sin ataduras.
Los nuevos anti-ilustrados, ciertamente con base de poder técnico-financiero pero en ceguera total a toda la tradición de pensamiento humanista, apoyan además al movimiento político populista. Trump es el personaje más visible, despiadado con los inmigrantes, despreciando la tradición e instituciones del primer gran pais que realizó ya antes de la Revolución Francesa una aproximación a un ideal de politica democrática. Pero en Italia, Hungría, Alemania, España etc. hay ya muchos creyentes de este fundamentalismo técnico-económico-digital.